ETICA 10°

NOCIONES GENERALES DE ÉTICA Y MORAL

 

ÉTICA Y MORAL

La palabra “ética” viene de “ethos”, cuyo significado más antiguo es el de “residencia”, “morada”, “lugar donde se habita”. Heidegger y su discípula Helene Weiss lo entendieron como el lugar que el hombre lleva en sí mismo, referido a su yo y el mundo. “El ethos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos”. Igualmente, significa “modo de ser” o “carácter”. De acuerdo con Xavier Zubiri, serían “las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus costumbres y, naturalmente, también lo moral. En realidad se podría traducir por “modo o forma de vida” en el sentido hondo de la palabra, a diferencia de la simple “manera”. La palabra “moral” deriva de “mos”, que igualmente significa modo de ser o carácter. Dado que el carácter se adquiere por hábito, “mos” también significa costumbre, palabra que tanto en griego como en latín tiene una nota de obligatoriedad que no posee en castellano.

Si bien, en la vida cotidiana algunos autores usan indistintamente las palabras “ética” y “moral”, varios autores prefieren diferenciar ambos términos. Así tenemos que Adolfo Sánchez Vásquez señala que “la ética es teoría, investigación o explicación de un tipo de experiencia humana, o forma de comportamiento de los hombres: el de la moral, pero considerado en su totalidad, diversidad y variedad” .Considera que su valor no está en prescribir o recomendar acciones en situaciones concretas, sino más bien en su carácter teórico de explicación de la moral efectiva, lo que puede capacitarla para influir en la moral misma. Su relación es la de una ciencia específica y su objeto.



Ray Billington afirma que “la ética está relacionada con los principios de la conducta humana, la moral con la aplicación de estos principios a una situación particular” .Por su parte, Adela Cortina  indica: Consiste la ética, a mi entender, en aquella dimensión de la filosofía que reflexiona sobre  la moralidad: es decir, en aquella forma de reflexión y lenguaje acerca de la reflexión y el lenguaje moral, con respecto al que guarda la relación que cabe a todo metalenguaje con el lenguaje objeto. Esta relación afecta el status de ambos modos de reflexión y lenguaje, en la medida en que la moral, ligada inmediatamente a la acción, prescribe la conducta de modo inmediato mientras que la filosofía moral se pronuncia canónicamente. Es decir, si la reflexión moral se elabora en lenguaje prescriptivo o evaluativo, la ética proporciona un canon mediato para la acción a través de un proceso de fundamentación de lo moral .

Igualmente, propone a la ética la tarea concreta de describir su objeto, apelando a las ciencias y al análisis lingüístico, concebir los conceptos pertinentes y dar razón de tal objeto fundamentándolo, para obtener un canon crítico que haga posible la argumentación y con ello disminuir el riesgo del dogmatismo. Además de la fundamentación, debe aspirar a mostrar las formas en que los principios se pueden encarnar en la vida social y personal. Por lo tanto, un campo sería el de una ética cívica, para enfrentar “los problemas de la vida en sociedad desde unos principios racionales, hasta la elaboración de teorías de la democracia realistas e idealistas” evitando los extremos de las utopías, que nos alejan del mundo real; y del pragmatismo, que ve la ética política, simplemente como estrategias individuales o grupales para alcanzar determinados fines.

Así, existiría un cierto consenso en que la ética es la teoría de la conducta correcta y errónea, mientras que la moral sería su práctica. La ética tiene que ver con los valores que una persona busca expresar en una cierta situación, la moral ve casos particulares. La ética está referida a lo general, a los principios; la moral, en cambio tiene que ver con lo particular, la conducta.

Referencias 


Cortina, A. (2003). Ética sin moral. Madrid: Editorial Tecnos–Grupo Anaya S.A. Elliot, D. y Spence, E. (2018). Ethics for a Digital Era. New York: John Wiley & Sons Ltd. Gensler, H. (2018). Ethics. A contemporary Introduction. New York: Routledge. Gewirth, A. (1998). Self Fulfillment. Princeton: Princeton University Press. Kagan, S. (1998). Normative Ethics. Oxford:Westview Press. Marino, G. (Ed.). (2010). Ethics. The Essential Writings. New York: Modern Library. Sánchez, A. (1979). Ética. México: Grijalbo S.A. Spence, D. y Edward H. (2018). Ethics for a Digital Era. Oxford: Wiley Blackwell. Warburton, N. (1995). Philosophy. The basics. London: Routledge.


 

Actividad 


1- subrayar en el texto 30 términos desconocidos y buscar su significado, no menos de 7 líneas cada termino.

2- según la lectura anterior, escriba en una página lo que para usted es o significa ética y moral. 

3- de acuerdo a la lectura anterior, elabore en una página un ejemplo dónde este reflejado el concepto de ética y moral. 

4- organizar varios grupos donde por medio de dramas se expongan los conceptos de ética y moral. 

 

  CLASIFICACIONES DE LAS RAMAS DE LA ÉTICA

Nigel Warburton (1995) distingue entre:

1. Ética. que comprende las teorías acerca de cómo deberíamos comportarnos. Señala tres clases de teorías que responden a esta ética de primer orden:

1.1. Teorías basadas en el deber, llamadas también deontológicas. Enfatizan el hecho de que toda persona tiene ciertos deberes, i.e., acciones que se deben o no se deben ejecutar, y que el acto moral equivale a cumplir con nuestro deber, no importando las consecuencias. Así, algunas acciones son absolutamente correctas o incorrectas, no importando los resultados que se sigan de ellas, lo que las distingue de las teorías éticas consecuencialistas.

Pone como ejemplos a la ética cristiana y a la ética kantiana.

1.2. Consciencialismo. Son teorías éticas que juzgan una acción no por las intenciones de la persona que la ejecuta, sino por las consecuencias de dicha acción. Kant afirmaría que decir una mentira es siempre moralmente incorrecto, no importando los beneficios que pudieran derivarse de ella; en cambio, un consecuencialista juzgaría un acto de mentir por los resultados que tendría o que se espera que tenga. El ejemplo más directo es el utilitarismo.



1.3. Teorías de la virtud. A diferencia de kantianos y utilitaristas, que se concentran en la corrección o incorrección de las acciones particulares, los teóricos de la virtud se enfocan en el carácter y les interesa la vida de un individuo en forma holista. A la pregunta ¿cómo debo vivir? responden: cultivando las virtudes, que es el único modo en que puede florecer un ser humano. El ejemplo clásico es la doctrina ética aristotélica.

2. Meta–ética, que se interesa en cuestiones de segundo orden, i.e., cuestiones no acerca de lo que debemos o no debemos hacer, sino del status de las teorías éticas. Una teoría meta–ética típica preguntaría “¿cuál es el significado de “correcto” en el contexto moral?” Tres ejemplos de esta clase de teorías son: el naturalismo, el relativismo y el emotivismo.

Actividad 

1- según la teoría de Nigel Warburton, y la forma en que él divide las ramas de la ética, elabore 5 ejemplos de cada una de ellas. 

2- crear varios grupos para debatir sobre los 4 aspectos de la ética según Niguel.  


ADELA CORTINA PROPONE LA SIGUIENTE CLASIFICACIÓN (2003)

1. Éticas normativas y descriptivas. Las primeras establecen reglas a seguir, las segundas, más bien enfatizan el aspecto descriptivo, lo que se da. Ella considera, sin embargo, que todas las éticas son normativas, porque las meras descripciones de lo moral, corresponden más bien a las ciencias empíricas.

2. Éticas naturalistas y no naturalistas. Las primeras afirman que lo moral se puede reducir a otros fenómenos naturales; mientras que las segundas defienden la autonomía de lo moral y, por tanto, no juzgan que sea reductible a otros fenómenos.

3. Éticas cognitivistas y no cognitivistas. Las primeras afirman que es posible el conocimiento en el mundo moral (los enunciados morales pueden ser verdaderos o falsos) mientras que las segundas niegan tal posibilidad.

Actividad 

- crear 6 grupos dónde por medio de dramas se exponga los puntos de vista de Adela cortina. 

- buscar las igualdades y diferencias entre las propuestas de Níguel y Adela cortina, escribe página de cada una de ellas. 

- escribiré media página después de leer cada una de estas propuestas con cuáles de ellas esta de acuerdo y por qué. 


SHELLY KAGAN (1998) NOS HABLA DE TRES ÁREAS BÁSICAS DE LA ÉTICA

1. Ética normativa.  trata de propuestas sustantivas concernientes a cómo actuar, cómo vivir y qué clase de persona ser. Busca establecer y defender los principios más básicos que gobiernan estas materias. Por ejemplo, dado el juicio de que sería inmoral quemar a un niño por el placer de verlo quemarse, la inmoralidad de tal acto puede explicarse en términos de algo más básico o fundamental, como una prohibición moral en contra de causar dolor a inocentes. Y, probablemente, esa misma prohibición podría ser explicada en términos de algo aún más general, tal como un derecho a no ser dañado. El punto correcto ahora no es decidir si estas sugerencias particulares son correctas o no, sino solamente ilustrar un camino en el cual podemos movernos hacia afirmaciones morales más fundamentales.

Surge entonces el interrogante ¿Hay un único y final principio moral, desde el cual todos los otros principios morales pueden derivarse? El debate sobre la existencia y la descripción de tal principio moral es la preocupación de la ética normativa.

Incluso, si no hubiera un único principio moral fundamental, podríamos tratar de llegar a una lista completa de los principios morales básicos –o, al menos, una lista de algunos de los más importantes y dado que no necesariamente se habla de reglas, podríamos incluir: derechos, deberes, virtudes básicas, etc.

Dado que la mayoría de principios morales básicos se establecen en términos generales, muchas veces no será sencillo saber qué hacer en situaciones particulares o en casos moralmente complejos. En los casos en que hay varios principios fundamentales, la dificultad se agudiza, dado que éstos podrían entrar en conflicto (o parecer que conflictúan) en algún caso particular.

2. Ética aplicada. Trata de aplicar los principios generales de la ética normativa a casos particularmente difíciles o complejos, por lo que no es sorprendente que los juicios morales ofrecidos para casos de este tipo, permanezcan controversiales. Actualmente tenemos debates filosóficos sobre cuestiones como: la moralidad de la pena de muerte, el aborto y la acción afirmativa. En verdad, en algunos casos se han desarrollado subcampos especializados íntegros dedicados a problemas en ética médica, ética de negocios, etc. Sagan insinúa que, incluso el campo entero de la filosofía política puede legítimamente ser visto en esta forma, como una rama sumamente importante de la ética aplicada, cuya principal problemática sería sobre la justificación del estado, el uso del poder y los méritos de formas alternativas de gobierno.

3. Metaética. Responde a preguntas de segundo–orden. Por ejemplo, cuando alguien afirma: “matar es siempre erróneo”, ¿qué es exactamente lo que la palabra “erróneo” significa? ¿Podemos dar una definición adecuada de términos morales como “correcto”, “erróneo”, “bueno” y “malo”? Además, la aseveración de que matar es siempre erróneo pareciera que adscribe una propiedad a los actos de matar; igualmente podría afirmarse “matar es siempre difícil”. Pero ¿qué clase de propiedad es “erróneo”, en este contexto? No tenemos acceso a ella por nuestros cinco sentidos, ni pareciera que las ciencias pudieran aclararnos el tema. Así, si resultara que no es una propiedad natural o empírica, ¿qué otra clase de propiedad podría ser? Más aún ¿cómo podemos saber si matar tiene realmente esta propiedad? En verdad, ¿se puede conocer algo sobre la ética? Si es así, ¿qué clases de hechos son los hechos morales? ¿Cómo difieren ellos de los hechos ordinarios, empíricos? ¿Cómo tales hechos morales se adecuan en un mundo de hechos científicos? Por otro lado, si realmente no hay hechos morales, entonces ¿qué sucede cuando alguien hace una declaración moral, como la declaración de que matar es siempre erróneo?



Obviamente, las cuestiones de esta clase son completamente diferentes de las cuestiones morales sustantivas que surgen en la ética normativa. Responder estas preguntas no implica directamente que tomemos una posición sobre el contenido substancial de la moralidad, como ¿cuáles actos son necesarios, ¿cuáles prohibidos, qué clases de gentes son buenas, qué clases de gente son malas?, etc.; por el contrario, responder a estas preguntas exige tomar posición respecto a la naturaleza de la moralidad. ¿Cuál es la función del discurso moral? ¿Cuál es el lugar de los valores en el mundo de las personas y las cosas? ¿Qué es la moralidad? Son cuestiones de segundo orden y de ellas se ocupa la metaética.

A diferencia de la distinción entre ética normativa y ética aplicada donde casi todos están de acuerdo en que no hay una línea divisoria clara muchos filósofos morales consideran que sí es posible diferenciar muy claramente la ética normativa y la metaética. Más aún, son tan independientes una de otra, que no importa la posición particular que uno tome en una de estas áreas digamos, metaética ello no influye en las posiciones que se puedan tomar en la otra área digamos, ética normativa. Por ejemplo, es factible que aunque dos personas concuerden

plenamente respecto de la naturaleza de la moralidad, la existencia de verdades morales, etc., pueden estar en total desacuerdo respecto de si matar es siempre erróneo, o no. Similarmente, dos personas podrían concordar en que matar es en verdad siempre erróneo, mientras sostienen puntos de vista radicalmente diferentes respecto de la naturaleza de la moralidad, la posibilidad de conocimiento moral, etc. Es más, algunos de estos filósofos arguyen que la única preocupación de los filósofos morales, en cuanto filósofos, debería ser la metaética. La ética normativa tendría que dejarse a discursos religiosos y editoriales periodísticas ya que, en este campo dicen el aporte de los filósofos no sería realmente significativo. Sin embargo, Kagan afirma que la metaética y la ética normativa no son tan independientes una de otra y da el siguiente ejemplo: Cuando se hace ética normativa, tratamos de defender y justificar afirmaciones morales sustantivas. Pero al hacerlo, obviamente, tenemos opiniones acerca de qué es lo que se necesita hacer para proporcionar una buena defensa a la afirmación moral y se presupone alguna clase de justificación, entrando con ello al campo de la metaética.

En resumen, hacer ética normativa requiere tener opiniones acerca de cuestiones metaéticas. Es más, algunas afirmaciones normativas sustantivas son más fáciles que defender que otras, dependiendo de los detalles de las opiniones acerca de lo que es una buena justificación en ética. Así, entre la ética normativa y la metaética hay también una especie de continuum. En un nivel suficientemente profundo, la ética normativa no simplemente se relaciona con la metaética, sino que llega a ser metaética.

Cuando se trata de defender una afirmación normativa dentro de la moralidad, ya se está haciendo una declaración “meta” acerca de la moralidad. Así, tenemos el cambio de una perspectiva que es puramente de primer orden a una perspectiva que, al menos, es parcialmente de segundo orden. Ciertamente, las teorías pueden diferir respecto del grado de dominio de la perspectiva de segundo orden.

Así, no existe una separación tajante entre ética normativa y ética aplicada. Lo que se tiene es una especie de continuum: las afirmaciones morales difieren en su grado de generalidad; pueden ser clasificadas como más o menos básicas, como pertenecientes a la ética normativa o a la ética aplicada, clasificación que puede ser de alguna manera arbitraria o cuestión de conveniencia. Debido a ello, algunos filósofos morales no trazan ninguna distinción entre la ética normativa y la aplicada. Sólo hablan de que hay varias teorías en la ética normativa  y notan que algunas de estas teorías son más generales y otras lo son menos, algunas más básicas y otras más derivativas. E, igualmente, tampoco la ética normativa ni la ética aplicada están totalmente aisladas de la metaética.

Lo que sí existe es una diferencia de énfasis en los temas que se tratan. Para aclarar más este punto veamos la propuesta de. .

Harry J. Gensler (2018). Se refiere a la ética como Filosofía Moral y distingue dos ramas: Metaética y Ética Normativa. La filosofía moral (ética) es el razonamiento sobre las grandes cuestiones de la moralidad. Sus dos ramas principales son:

1. Metaética. Trata de responder a la pregunta ¿cuál es la naturaleza y la metodología de los juicios morales? Interroga cuestiones como” ¿Qué es lo que “bueno” y “debe” significan? ¿Existen verdades morales? ¿hay conocimiento moral? ¿Cómo podemos justificar o defender racionalmente las creencias morales? Los puntos de vista meataéticos generalmente tienen dos partes: una es acerca de la naturaleza de los juicios morales (quizás una definición de “bueno”) y la otra es acerca del método (cómo seleccionar nuestros principios morales). Por ejemplo, el relativismo cultural dice: i) “bueno” significa “socialmente aprobado” y (ii) la selección de nuestros principios morales debe hacerse siguiendo lo que nuestra sociedad aprueba. Así como el relativismo cultural fundamenta la moralidad en convenciones sociales, otros puntos de vista pueden fundamentarla en sentimientos personales, la voluntad de Dios, verdades autoevidentes, etc.



2. Ética Normativa. Trata de responder a la pregunta ¿cuáles son los principios que deben regir nuestra vida? Ella defiende o ataca declaraciones acerca de 4 áreas principales: i) qué acciones debemos hacer; ii) qué fines son ntrínsecamente buenos; iii) qué rasgos de carácter son virtuosos, y iv) qué derechos morales tenemos.

La ética normativa tiene dos niveles:

2.1. La teoría ética normativa, que busca los principios morales más generales acerca de acciones, bondad intrínseca, virtudes o derechos. Un ejemplo de teoría ética normativa es el utilitarismo clásico, que defiende la norma: “la mayor felicidad para el mayor número de personas”, identificando la felicidad con el placer. Esta doctrina afirma: i) Nosotros debemos hacer lo que maximice la felicidad total, tomando en cuenta la felicidad de cada uno. ii) Solo la felicidad es intrínsecamente buena; así, la buena vida para todos es una vida feliz. iii) Virtudes, como la bondad y la paciencia, son rasgos de carácter que tienden a promover la felicidad; somos personas moralmente buenas si nuestras acciones, habitualmente, están dirigidas a maximizar la felicidad total. iv) Nuestro derecho moral básico es que nuestra felicidad importe tanto como la de cualquier otro; si un acuerdo social viola este derecho es injusto.

2.2. La ética aplicada, que estudia cuestiones morales específicas como el aborto o el engaño o cuestiones morales en áreas como negocios o medicina. Ambos niveles envuelven principios morales, que llevan a aseveraciones como “Nosotros debemos hacer ...” En cuanto a la moral, Alan Gewirth (1998) nos habla de:

1. Moralidades universalistas. Constituyen un conjunto de preceptos, por los que todas las personas –en sus bienes e intereses deben ser tratadas con igual consideración. Tal moralidad es igualitaria interpersonalmente, requiere que uno brinde la misma consideración a las necesidades o intereses propios que a los ajenos. Así, sería moralmente erróneo tratar a otras personas como meros medios para los propios fines.

2. Moralidades interpersonales particularistas. La moralidad sería un conjunto de reglas o directivas categóricamente obligatorias, que establecen requerimientos para acciones e instituciones, donde los requerimientos apoyan lo que se conceptúa como los más importantes intereses de personas o receptores determinados. Desde este punto de vista, podría hablarse de la “moralidad nazi”, la “moralidad stalinista”, etc. Estas “moralidades”, aunque interpersonales dentro de su campo, no son universalistas ni igualitarias dado que apoyan los intereses solamente de algunas personas en contra de otras, por lo tanto no respetan la igualdad universal humana. Bajo este marco, Hitler y Stalin podrían verse como adhiriéndose a las moralidades particularistas del Nazismo o el Stalinismo, respectivamente. Otras moralidades particularistas, de una clase completamente diferente, son las que incluyen los requerimientos de familia, amor, amistad, patriotismo y otras relaciones humanas, cuya preocupación es promover no los intereses de todas las personas igualmente sino solamente los de algunas personas como contrarias a otras (Ej. Parientes y no parientes).

Gewirth arguye que la moralidad universalista igualitaria tiene un status privilegiado en relación a las otras moralidades porque posee una fuerza racional necesaria que a las otras les falta, de manera que puede ser usada para evaluar la justificabilidad racional de las otras moralidades.

Actividad 


1- según el texto anterior subrayo 40 palabras o términos desconocidos y sus significados. no menos de 7 líneas cada termino.

2- escriba las igualdades y diferencias de la ética propuesta por Shelly Kagan y Harry J. Gensler. 

3- después de leer el texto, escriba una página sobre qué piensa de las diferentes ramas de la ética.  

4- Crear mesa redonda para hablar sobre las diferentes ramas de la ética. 


LAS FUENTES DE LA ÉTICA:

Las fuentes de la ética son:

a) La razón humana: es la principal fuente de la ética. Nuestra razón encuentra

y conoce claramente algunos principios morales ciertos o universales y deduce

otros principios que se derivan de ellos.

b) La Experiencia: es una fuente secundaria de gran valor. La experiencia

puede ser interna y externa. Por la primera se conoce directamente la

naturaleza humana con todas sus limitaciones, necesidades y tendencias. La

segunda o sea, la de los demás, se da el hombre cuenta de su Posición con

respeto a sí mismo, con los demás y a la sociedad.

c) La Historia: otra fuente secundaria de gran valor. La historia amplia

incalculablemente el campo de nuestros conocimientos y experiencias

suministrándonos sin trabajos nuestros, el fruto de las generaciones pasadas.


Actividad


1- 3 grupos expondrán sobre las diferentes fuentes de la ética (la razón humana, la experiencia, la historia). 

2- 3 grupos expondrán por medio de representaciones dinámicas o teatrales, las 3 fuentes de la ética (deben consultar sobre ellas). 

3- 3 grupos harán un resumen de las cosas más importantes expuestas y dramatizadas de las diferentes fuentes de la ética. 


                                                ¿QUÉ ES LA ÉTICA?

La ética, también llamada filosofía moral, es la disciplina que estudia la conducta humana. Las discusiones éticas se dan en torno al bien y el mal morales, lo correcto y lo incorrecto, la virtud, la felicidad y la idea de deber.

Mientras la moral es el conjunto de principios, juicios o pautas que regulan la conducta humana, la ética es la disciplina que estudia y reflexiona sobre estos mismos preceptos. Allí donde existe un dilema moral, existe una pregunta ética.

Los estudios éticos se dividen en tres ramas principales:

La metaética. Estudia la naturaleza, origen y significado de los conceptos éticos básicos. Por ejemplo, la pregunta por la felicidad.

La ética normativa. Estudia e interpreta los principios que rigen a los sistemas que regulan la conducta humana. Por ejemplo, los códigos civiles.

La ética aplicada. Estudia e interpreta casos y controversias éticas específicas de la vida real. Por ejemplo, las disputas en torno al consumo animal.

La ética no se limita al ejercicio filosófico, sino que también participa en el campo profesional de otras ciencias y disciplinas, como la medicina, la economía, la política o la psicología.

Etimología

La palabra ética viene del griego ēthikós (ἠθικός) que significa “relativo al carácter de uno” y tiene su raíz en la palabra êthos (ἦθος). Êthos tiene distintas traducciones, entre las que encontramos “carácter” y también “costumbre”. De esto se desprende la idea de que la ética es el estudio del carácter y las costumbres.

A menudo se usa ética o moral como si fueran la misma cosa. Aunque la ética es el estudio de la conducta moral, es cierto que la moral tiene su origen etimológico en un préstamo del latín, moralis, que se usaba para hablar de lo relativo a las costumbres. Moralis viene de mor y moris, que se traducen como “uso o costumbre” y también “manera de vivir”.

Historia de la ética

Durante la Edad Media el rol de la ética fue interpretar las sagradas escrituras.

La ética como problema filosófico es objeto de estudio de pensadores y filósofos desde la Antigüedad. Filósofos como Platón (c. 427-347 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. C.) estudiaron la conducta humana y los códigos bajo los que se rige. Obras como Gorgias, Fedón y República, de Platón, trabajan problemas éticos como el hedonismo, la vida después de la muerte y la ética pública, respectivamente.

En su Ética nicomáquea, Aristóteles presenta el primer tratado de ética propiamente dicho de la historia. La ética aristotélica trata sobre la forma en que se debe alcanzar la felicidad como fin último del ser humano, y relaciona la felicidad con las virtudes y la autonomía material y física.

En la Edad Media la ética unió la búsqueda de la felicidad con la doctrina cristiana según los diez mandamientos. El rol de la ética durante este período fue interpretar de modo correcto las sagradas escrituras. Gracias a ello apareció la idea de la caridad como fin último del ser humano, adquirida al vivir a través del Evangelio y teniendo a Dios como bien supremo y máxima plenitud. Se destacan las obras de pensadores religiosos como Agustín de Hipona (354-430) y Tomás de Aquino (1224-1274).

Durante la Edad Moderna se impuso la necesidad de construir un modelo ético, que respondiera a la razón. Los grandes filósofos modernos, como René Descartes (1596-1650), Baruch Spinoza (1632-1677) y David Hume (1711-1776), trabajaron en distintas cuestiones éticas y morales, tal como se observa en la Ética de Spinoza.

Sin embargo, fue Immanuel Kant (1724-1804) quien revolucionó la ética moderna con las obras Fundamentación metafísica de las costumbres, Crítica de la razón práctica y Metafísica de las costumbres. La idea del imperativo categórico, postulada por primera vez en la Fundamentación metafísica de las costumbres, sostiene que solo se debe obrar según una máxima que pueda considerarse como ley universal. Esto implica que, antes de tomar una decisión conductual, hay que preguntarse qué podría pasar si todas las personas hicieran exactamente lo mismo, como si se tratara de una ley total.

Los siglos XIX y XX, escenarios de las Grandes Guerras, vieron a una sociedad harta de los mandamientos tradicionales y las ideas y conductas que se desprendían de las leyes y códigos morales vigentes.

Desde el existencialismo (con Sartre como su representante) ante las críticas y posturas de Emmanuel Levinas y Jacques Derrida a la metafísica de la mismidad, distintos autores pusieron la pregunta por la alteridad (el otro distinto a mí) como uno de los principales problemas éticos y dilemas morales de la actualidad.

El siglo XXI, por su parte, concentró sus estudios alrededor de preguntas y dilemas respecto a la tecnología, la manipulación genética, el consumo animal, la violencia hacia las minorías invisibilidades, la distribución económica, el avance de la robótica y la virtualidad.

  Actividad 

1- elabore una página describiendo, para usted qué es la ética. 

2- según el texto anterior, elabore 5 ejemplos sobre la metaética, ética normativa, ética aplicada. 

ÉTICA MODERNA

 El Renacimiento marca el fin de la Edad Media, y con él surgen nuevas formas de pensar. En la Edad Media teníamos la cosmovisión teocéntrica en la que Dios ocupaba el centro de todas las reflexiones filosóficas.

En la Edad Moderna, con la aparición del movimiento humanista, el hombre ocupó el centro de interés, y el teocentrismo fue sustituido por el antropocentrismo, y la fe por la razón.

Por lo tanto, las principales características de la ética moderna son:

  • Defensa de la autonomía intelectual y moral de los individuos;
  • Ética fundamentada solo por la razón (sin religión) en armonía con la naturaleza humana;

Los principales representantes de la ética moderna son:

  • David Hume;
  • Kant;
  • Jeremy Bentham y John Stuart Mill;

La Etica de David Hume

Si podemos depender de algún principio que aprendamos de la filosofía es éste, que pienso puede ser considerado cierto e indudable: no hay nada en sí mismo valioso o despreciable, deseable u odioso, bello o deforme, sino que estos atributos nacen de la particular constitución y estructura del sentimiento y afecto humanos. (El escéptico)

Además de lo dicho en el "Tratado", Hume dedicará las "Investigaciones sobre los principios de la moral" a fundamentar su filosofía moral. En consonancia con la oposición al racionalismo, mostrada en la explicación del conocimiento y en la crítica de la metafísica, se opondrá a los sistemas éticos que pretenden fundar en la razón la distinción entre el bien y el mal y, en consecuencia, la vida moral del ser humano.

Que la moralidad existe es considerado por Hume como una cuestión de hecho: todo el mundo hace distinciones morales; cada uno de nosotros se ve afectado por consideraciones sobre lo bueno y lo malo y, del mismo modo, podemos observar en los demás distinciones, o conductas que derivan de tales distinciones, semejantes. Las discrepancias empiezan cuando nos preguntamos por el fundamento de tales distinciones morales: ¿Se fundan en la razón, como han afirmado los filósofos desde la antigüedad clásica, de modo que lo bueno y lo malo son lo mismo para todos los seres humanos? ¿O se fundan en el sentimiento, en la forma en que reaccionamos ante los "objetos morales" según nuestra constitución humana?

Hume nos ofrece argumentos detallados con los que rechazar la posibilidad de que la razón sea la fuente de la moralidad, que derivan, en última instancia, de su análisis del conocimiento. Nos había dicho, en efecto, que sólo existían dos operaciones del entendimiento, dos modos mediante los cuales puede la razón conocer algo: el conocimiento de hechos y el conocimiento de relaciones de ideas. Si decimos que la razón es la fuente de las distinciones morales, tales distinciones deberían obtenerse mediante uno de los dos tipos de conocimiento señalados. Pero no ocurre así: ninguno de ellos nos permite obtener la menor noción de lo bueno y lo malo.

A) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de hechos.

Lo que denominamos "bueno" y "malo" no puede ser considerado como algo que constituya una cualidad o propiedad de un objeto moral. Si analizamos una acción moral, sea buena o mala, y describimos los hechos, aparecerán las propiedades de los objetos que interviene en la acción, pero no aparecerá por ninguna parte lo "bueno" o lo "malo" como cualidad de ninguno de los objetos que intervienen en la acción, sino como un "sentimiento" de aprobación o desaprobación de los hechos descritos.

La razón puede juzgar acerca de una cuestión de hecho o acerca de relaciones. Preguntaos, pues, en primer lugar, donde está la cuestión de hecho que aquí llamamos crimen; determinad el momento de su existencia; describid su esencia o naturaleza; exponed el sentido o la facultad a los que se manifiesta. Reside en el alma de la persona ingrata; tal persona debe, por tanto, sentirla y ser consciente de ella. Pero nada hay ahí, excepto la pasión de mala voluntad o de absoluta indiferencia. (Investigación sobre los principios de la moral, apéndice 1)

Por lo demás, la moralidad no se ocupa del ámbito del ser, sino del deber ser: no pretende describir lo que es, sino prescribir lo que debe ser. Pero de la simple observación y análisis de los hechos no se podrá deducir nunca un juicio moral, lo que "debe ser". Hay un paso ilegítimo del ser (los hechos) al deber ser (la moralidad). Tal paso ilegítimo conduce a la llamada "falacia naturalista", sobre la que descansan en última instancia tales argumentos.

B) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de relación de ideas.

Si la moralidad no es una cuestión de hecho, ya que los juicios morales no se refieren a lo que es, sino a lo que debe ser, queda sólo la posibilidad de que se trate y de un conocimiento de relación de ideas, en cuyo caso debería ser una relación del siguiente tipo: de semejanza, de contrariedad, de grados de cualidad, o de proporciones en cantidad y número. Pero estas relaciones se encuentran tanto en las cosas materiales (incluyendo a los animales), en nosotros mismos, en nuestras acciones pasiones y voliciones. En este caso deberíamos considerar lo "bueno" y lo "malo" del mismo modo, tanto en la acción humana como en la acción de la naturaleza y de los seres irracionales, lo que, por supuesto, no hacemos. Un terremoto con numerosas víctimas mortales, un rayo que mata a una persona, un animal que incurre en conducta incestuosa... nada de eso nos hace juzgar esas relaciones como "buenas" o "malas", porque no hay, en tales relaciones, fundamento alguno para lo bueno y lo malo. Si la maldad fuese una relación tendríamos que percibirla en todas esas relaciones: pero no la percibimos, porque no está ahí, nos dice Hume.

C) La moralidad se funda en el sentimiento

La razón no puede, pues, encontrar fundamento alguno para la distinción de lo "bueno" y lo "malo", para las distinciones morales en general, ni a través del conocimiento de hechos ni a través del conocimiento de relación de ideas, por lo que parece quedar claro, dice Hume, que la moralidad no se funda en la razón. Sólo queda, pues, que se base en, (y / o derive del), sentimiento.

incluso cuando la mente opera por sí sola y, experimentando el sentimiento de condena o aprobación, declara un objeto deforme y odioso, otro bello y deseable, incluso en ese caso, sostengo que esas cualidades no están realmente en los objetos, sino que pertenecen totalmente al sentimiento de la mente que condena o alaba. (El escéptico)

Consideramos, pues, que algo es bueno o malo, justo o injusto, virtuoso o vicioso, no porque la razón capte o aprehenda ninguna cualidad en el objeto moral, sino por el sentimiento de agrado o desagrado, de aprobación o rechazo que se genera en nosotros al observar dicho objeto moral, según las características propias de la naturaleza humana. Las valoraciones morales no dependen, pues, de un juicio de la razón, sino del sentimiento. ¿Qué garantía tenemos, entonces, de coincidir con los demás en tales valoraciones morales, eliminada la posibilidad de que la valoración moral dependa de categorías racionales, objetivas, universales? ¿No nos conduce a esta teoría a un relativismo moral?

Hume da por supuesto que la naturaleza humana es común y constante y que, del mismo modo que el establecimiento de distinciones morales es general, las pautas por las que se regulan los sentimientos estarán sometidas también a una cierta regularidad o concordancia. Uno de esos elementos concordantes es la utilidad, en la que Hume encontrará una de las causas de la aprobación moral. La utilidad, en efecto, la encontrará Hume en la base de virtudes como la benevolencia y la justicia, cuyo análisis realizará en las secciones segunda y tercera de la "Investigación sobre los principios de la moral".

La utilidad ha de ser, por tanto, la fuente de una parte considerable del mérito adscrito al humanitarismo, la benevolencia, la amistad, el espíritu cívico y otras virtudes sociales de esta clase; y es también la sola fuente de la aprobación moral que concedemos a la felicidad, la justicia, la veracidad, la integridad y todos los demás principios y cualidades estimables y útiles.

Parece un hecho que la circunstancia de la utilidad es una fuente de alabanza y de aprobación; que es algo a lo que constantemente se apela en todas las decisiones relacionadas con el mérito y el de mérito de las acciones, que es la sola fuente de ese gran respeto que prestamos a la justicia, a la fidelidad, al honor, a la lealtad y a la castidad; que es inseparable de todas las demás virtudes sociales, tales como el humanitarismo, la generosidad, la caridad, la afabilidad, la indulgencia, la lástima y la moderación; y en una palabra, que es el fundamento principal de la moral que se refiere el género humano y a nuestros prójimos.

REFERENCIAS

Etica y obras de David Hume

-Hacer una mesa redonda para dialogar, sobre una de las propuestas de David Humed sobre la ética ya que él dice que la ética se debe de separar completamente la religión. Porque para David debemos buscar las cosas con la tracción y luego con la superstición o la fe. 


-También sobre la propuesta de David hume ya que él dice que el fin de todas las cosas la felicidad, pero que esta felicidad es una conquista, que requiere valor fortaleza, ánimo y energía, una persona astuta puede adquirir muchas cosas con trampas y falseando, pero al final no encontrará la felicidad, ya que puede engañar a otros pero no a sí mismo, no tendrá tranquilidad, ya que si actúas mal te sentirás. 


ACTIVIDAD

1-  según el texto anterior subrayo 40 palabras o términos desconocidos y sus significados. no menos de 7 líneas cada termino
2-formar cuatro grupos para debates sobre los principales temas de la ética de David hume, A) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de hechos, B) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de relación de ideas, C) La moralidad se funda en el sentimiento) este cuarto grupo contradecirá todos los conceptos .

3- de qué forma relaciona David hume la ética con conocer lo bueno y lo malo, escriba una página. 

4- de qué forma relacionada David hume la ética con la razón, escribir una pagina  

LA ÉTICA DE KANT

La Ilustración, movimiento intelectual del siglo XVIII, propuso nuevas formas de pensar. Para la Ilustración, el hombre debe guiar toda su vida por la «luz de la razón», y ya no por las opiniones filosóficas dominantes o las tradiciones religiosas que se nos imponen.

Kant fue uno de los principales representantes de la Ilustración y de la ética moderna. Su ética se basará en la defensa de la autonomía intelectual de los individuos.

En su obra Crítica de la razón práctica y Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant afirma que la razón humana es legisladora, es decir, es capaz de crear normas morales universales, ya que todos los seres humanos tienen la razón en común. Todas las normas morales deben proceder de la razón, y sólo de la razón.

Para Kant, las normas morales deben seguirse como deberes. La persona que sigue una norma ética hace lo que la razón humana ha determinado como correcto. En La Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant dice:

Obra sólo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal

A esta exigencia Kant la llama imperativo categórico. Es «imperativo» porque el individuo debe obedecerlo necesariamente en cualquier situación, porque procede de la razón y sirve para guiar nuestras acciones.

Hay dos tipos de imperativos:

  • Imperativo hipotético: que ordena una acción determinada como medio para alcanzar un fin, alguna otra cosa, por ejemplo, el placer, la felicidad, etc.
  • Imperativo categórico: significa una acción que es necesaria en sí misma, en este caso la acción es buena en sí misma, no tiene como objetivo otra cosa.

Es decir, nuestras acciones deben tener como criterio el principio de universalización; el individuo debe preguntarse siempre si esa acción que ha realizado podría universalizarse sin perjudicar de alguna manera a la humanidad. Si no se puede universalizar, no se puede considerar moralmente correcto.

Para Kant, debemos educar nuestra voluntad, porque puede verse afectada por diversas inclinaciones (deseos, pasiones, miedos, etc.). Educar la voluntad es hacer que se guíe sólo por la razón. En la naturaleza todo está regido por leyes, la naturaleza no tiene libertad, sólo el hombre tiene la capacidad de elegir cómo actuar, y la ética tiene la función de presentar filosóficamente la mejor manera de actuar.

La ética kantiana se llama ética formal, formalista, porque determina el deber como una regla universal sin tener en cuenta la situación o condición concreta de cada individuo.

Ética formalista también porque Kant nos presenta la forma general que debe tener una acción para ser considerada moralmente correcta (imperativo categórico), pero no dice nada sobre el contenido, no aclara cómo debemos actuar en situaciones concretas.

Kant rechaza la antigua ética griega y la ética cristiana medieval, porque sostenían que la acción humana estaba condicionada por la búsqueda de la felicidad, el placer, la obediencia a Dios, etc. Kant pretendía construir una ética en la que el hombre debía actuar simplemente por deber, y no por recompensas o castigos divinos.

La Ética formal

El conocimiento moral no es un conocimiento del ser, de lo que es, sino un conocimiento de lo que debe ser; no un conocimiento del comportamiento real y efectivo de los hombres, sino un conocimiento del comportamiento que deberían observar los hombres. En este sentido, dicho conocimiento no se puede verificar; cuando decimos que los hombres deberían comportarse de tal o cual manera estamos afirmando que ese comportamiento es necesario y universal, y esas son las características de lo a priori. Y ya hemos visto cómo Kant explicaba la imposibilidad de derivar de la experiencia algo que fuese necesario y universal: el primer objetivo del conocimiento moral, por lo tanto, consistirá en identificar cuáles son los elementos a priori de la moralidad.

Kant distingue un uso teórico y un uso práctico de la razón. En su uso teórico, que Kant estudia en la "Crítica de la razón pura", la razón constituye o configura el objeto que se da en la intuición, mediante la aplicación de las categorías; en su uso práctico, que estudiará en la "Fundamentación de la metafísica de las costumbres" y en la "Crítica de la razón práctica", la razón es la fuente de sus objetos: la producción de elecciones o decisiones morales de acuerdo con la ley que procede de ella misma.

Todos los sistemas éticos anteriores habían partido de una determinada concepción del bien, como objeto de la moralidad, creyendo que ese bien determinaba la moralidad, lo que debía ser. Sin embargo, del mismo modo que el conocimiento teórico no está determinado por el objeto, sino que éste se encuentra determinado por las condiciones a priori de la sensibilidad y del entendimiento, el conocimiento moral tampoco estará determinado por el objeto, sino más bien el objeto de la moralidad determinado por ciertas condiciones a priori de la moralidad. (Del mismo modo que Kant había provocado una "revolución copernicana" en el ámbito del uso teórico de la razón, provocará otra revolución similar en el ámbito del uso práctico de la razón). Estas condiciones, siendo a priori, no pueden contener nada empírico: sólo han de contener la forma pura de la moralidad. En consecuencia, las leyes de la moralidad han de tener un carácter universal y necesario.

La base de la obligación, del deber ser, no puede fundarse en nada empírico, pues: aunque deba referirse al hombre, como ser racional, no puede fundarse ni en la naturaleza humana ni en las circunstancias humanas, sino que ha de ser a priori. De ahí la crítica de Kant a los sistemas morales fundados en contenidos empíricos, a los que llamaremos éticas materiales. En primer lugar, todas ellas son a posteriori: de alguna manera todas ellas identifican el bien con la felicidad, y consideran bueno el objeto hacia el que tiende la naturaleza humana considerada empíricamente, aceptando la determinación de la voluntad por objetos ofrecidos al deseo.

 Además de proponer distintos bienes, entre los que no hay posibilidad de ponerse de acuerdo, lo que pone de manifiesto su falta de universalidad, al estar basadas en la experiencia carecen de la necesidad y universalidad necesaria de la que deben gozar las leyes morales. En segundo lugar las normas que proponen tienen un carácter hipotético, condicional: si quieres alcanzar la felicidad (algo distinto para cada sistema) has de comportarte de acuerdo con esta norma. Al estar sometida la norma a una condición sólo tiene valor si se acepta dicha condición, lo que, además de significar que se actúa por un interés, implica que la validez de la norma para conseguir el fin que se propone sólo puede ser comprobada experimentalmente, por lo que tampoco puede tener carácter universal y necesario.

Por lo demás, y en tercer lugar, esos sistemas éticos son heterónomos: el hombre recibe la ley moral desde fuera de la razón, por lo que en realidad no está actuando libremente, perdiendo la capacidad de autodeterminación de su conducta, la autonomía de la voluntad. ¿Que valor puede tener una norma moral que no es universal y necesaria, cuyo cumplimiento está sometido a la consecución de un objetivo, un interés, y que propone al hombre renunciar a la libertad, a la autonomía de su voluntad?

La moralidad no puede fundarse en nada empírico. Una norma moral ha de ser universal, ha de valer para todos los hombres en todas circunstancias, y ha de ser necesaria, ha de cumplirse cumplirse por sí misma. Ha de ser, por lo tanto, de carácter formal; no puede establecer ningún bien o fin de la conducta, ni puede decirnos cómo tenemos que actuar: ha de contener sólo la forma de la moralidad. "Es imposible imaginar nada en el mundo o fuera de él que pueda ser llamado absolutamente bueno, excepto la buena voluntad". Con esta frase comienza la "Fundamentación de la metafísica las costumbres". ¿Qué entiende Kant por una buena voluntad?. Una voluntad que obra por deber, es decir, no por interés, o por inclinación o por deseo. ¿Y qué es obrar por deber?: obrar por reverencia o respeto a la ley moral que la voluntad se da a sí misma. Kant distingue aquí entre obrar "por deber" y obrar "conforme al deber": puede ocurrir que actúe por algún interés particular y esa actuación coincida con la ley moral; en ese caso estoy actuando "conforme al deber".

Obro "por deber", sin embargo, cuando mi actuación no persigue ningún interés particular, ni es el resultado de una inclinación o un deseo, sino que está motivada solamente por reverencia o respeto a la ley moral, independientemente de que mi actuación pueda tener consecuencias positivas o negativas para mi persona. La ley moral se basa en la noción de deber; y en la medida en que la ley moral pretende regular nuestra conducta ha de contener alguna orden o algún mandato. Pero como la ley moral es universal y necesaria la orden o mandato que contengan ha de ser categórico, es decir, no puede estar sometido a ninguna condición (no puede ser hipotético). A la fórmula en la que se expresa ese mandato u orden de la ley moral la llamará Kant imperativo categórico.

Ahora bien, como la ley moral no puede contener nada empírico, el imperativo categórico en que se expresa tampoco podrá tener ningún contenido empírico, sino sólo la forma pura de la moralidad. En la "Fundamentación" Kant nos da tres definiciones distintas del imperativo categórico:

1.-"Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal".

2.-"Obra como si la máxima de acción hubiera de convertirse por tu voluntad en ley universal de la naturaleza".

3.-"Obra de tal manera que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca como un medio".

Ninguna de estas formulaciones contiene nada empírico, sino sólo la forma de la moralidad. No nos dice cómo tenemos que comportarnos concretamente, ni nos da ninguna norma, ni nos propone ningún fin interesado. Al mismo tiempo, contiene una exigencia de universalidad y necesidad, pero garantizando la autodeterminación de la voluntad, su autonomía, su libertad. La voluntad, en efecto, no queda determinada por ningún elemento empírico, por lo que es libre, y el imperativo por el que se regula no contiene ninguna norma concreta de conducta, por lo que la voluntad tendrá que darse a sí misma la norma de conducta, por lo que es autónoma.

Los postulados de la razón práctica.

¿Pero es posible la libertad de la voluntad? Los resultados de la "Crítica de la razón pura" nos conducían a la distinción general de todos los objetos en fenómenos y noúmenos. En cuanto fenómenos todos los objetos están sometidos a las leyes de la naturaleza, que son leyes deterministas, excluyendo por lo tanto la libertad. En cuanto fenómeno, pues, el hombre no es libre. Por otra parte, la posibilidad de conocer los noúmenos, las cosas en sí mismas, quedaba rechazada en la dialéctica trascendental ante la imposibilidad de constituir la metafísica como ciencia, por lo que la posibilidad de conocer algo acerca del alma y de su libertad e inmortalidad quedaba eliminada. Sin embargo, sin la libertad de la voluntad la moral quedaría arruinada.

Por otra parte, observamos que el progreso de la virtud es lento en el mundo, y esperamos razonablemente que el hombre virtuoso pueda ser feliz; pero vemos que esto no ocurre, lo que haría de la vida del hombre un absurdo si no fuera posible que ocurriera. Por ello, aunque ninguno de los objetos de la metafísica (Dios, el alma y el mundo como totalidad) puede ser objeto de demostración teórica, la razón práctica exige su existencia. El hombre ha de ser libre para poder poner en práctica la moralidad; ha de existir un alma inmortal ya que, si el hombre no puede alcanzar su fin en esta vida, ha de disponer de una vida futura como garantía de realización de la perfección moral; y ha de existir un Dios que garantice todo esto. Lo que la razón teórica no ha podido demostrar, la razón práctica lo tiene necesariamente que postular. De este modo Kant se vio obligado, como dice en la introducción de la "Crítica de la razón pura", a suprimir el saber para dejar paso a la fe.


REFERENCIAS

 

  • realizar unas mesas redondas para habla sobre unas propuestas de kant, dice que la ética está relacionada con el deber, él dice que solo actuamos correctamente cuando lo hacemos por el deber sin ningún interés sin buscar nada a cambio. 

  • Qué piensan sobre la propuesta de Kant, él dice que la ética no consiste en decir que una persona de cómo debe de actuar, sino que debemos de pensar por nosotros mismos. 

  • como buen ilustrado a que pensemos por nosotros mismos y establezcamos nuestras propias normas morales pero en base a un criterio que conoceremos como el imperativo categórico que es imperativo categórico el criterio que utilizaremos a la hora de decidir qué es correcto o incorrecto el imperativo categórico se enuncia del siguiente modo obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne como ley universal esto quiere decir que cada vez que tomen una decisión en tu vida debes actuar con la mejor voluntad deseando que tu forma de actuar se pueda convertir en una ley universal es decir que quieres que el resto de los seres humanos actúen como tú lo has hecho no vale tener una doble moral debes de ser consecuente como vemos el criterio central sobre el que se articula la ética kantiana es el deseo de buena voluntad si tú tomas la decisión de no robar porque temes que te pillen entonces no estás actuando con la mejor voluntad y no está siguiendo el imperativo categórico a eso se le llamaría imperativo hipotético actúas de un determinado modo por temor a un castigo si decides no robar porque estás convencido de que todo el mundo debería actuar así no lo haces por premios o castigos no lo haces por inercia lo haces porque crees que todo el mundo debería actuar así ahora si estás siguiendo el imperativo el segundo enunciado del imperativo. 



ACTIVIDAD

1-Según el texto anterior, escribe una página qué entiende usted por ética formal. 

2- escriba en un párrafo qué relación tiene el dicho hagas el bien sin mirar a quién, con la ética qué propone Kant. 


LA ETICA DE JOHN STUART MILL Y BENTHAM

La ética utilitarista, creada y desarrollada por los filósofos Jeremy Bentham y Stuart Mill, establece que el bien es lo que hace posible la felicidad y lo que nos aleja del dolor y el sufrimiento. Estos filósofos creían que la ética debía pensarse en su aspecto social, es decir, que la noción ética de la felicidad y el bien es la que beneficia al mayor número de personas.

Esta ética se asemeja al principio hedonista que sostiene que la felicidad consiste en el placer, pero en el utilitarismo añade la importancia del social. Stuart Mill criticó bastante las teorías egoístas muy difundidas por los liberales clásicos, por eso él defendía un liberalismo de naturaleza más democrática. Mill fue uno de los defensores del derecho de voto para las mujeres.


REFERENCIAS

1Leer el siguiente documento y realizar un resumen 

 

http://eticafilosoficaises.blogspot.com/2011/11/john-stuart-mill.html


ACTIVIDAD


2- realizar una mesa redonda para hablar sobre lo que propone John stuart y la ética del utilitarismo, donde él dice qué el bien siempre debe estar en función modelo individual sino el bien común.